VELOCIDAD EXACTA

La velocidad no es causa de accidentes, es un agravante de las consecuencias.

Un niño de cuatro años y dos mayores resultaron gravemente heridos cuando el taxi en el que viajaban embistió a otro vehículo que circulaba en sentido contrario en la Av. Rivera.

Según el parte policial, el conductor del taxi esquivó un obstáculo e invadió la senda contraria al no poder dominar su auto.

Hace unos días un joven perdió el control del vehículo y terminó literalmente subido a un árbol. En situación similar, un colega quedó "abrazado" a un semáforo, teniendo él y su pasajero heridas de consideración.

Como estos accidentes, podrían enumerarse otros, donde sería errado concluir que la causa de tales siniestros fue el exceso de velocidad, porque nos llevaría a hablar de una causa ajena al ser humano. El vehículo es un objeto inanimado, la velocidad la adecua el hombre. De aquí se puede inferir que estos accidentes fueron provocados por la impericia de los conductores y/o por la falta de criterio o conocimiento de éstos, que no adecuaron la velocidad a las propias posibilidades, a las condiciones del vehículo y a las circunstancias de tiempo y lugar.

No está de más recordar que más del 90% de los accidentes de tránsito son causados por errores humanos. Pero cuidado con confundir. Adecuar la velocidad a los requerimientos de tiempo y lugar –incluyendo las posibilidades reales del conductor y el vehículo-, no significa ir siempre despacio. Primero se debe entender que los límites de velocidad impuestos no son caprichosos, sino que están técnicamente bien establecidos. En un muestreo que se realizó por medio de aparatos de radar fotográfico, 6 de cada 10 conductores exceden la velocidad permitida. De éstos, un importante porcentaje apunta a los conductores de taxi. Según un colega, " lo que pasa que la cosa está dura y hay que hacer la plata. Hay que andar volando". Esta tendencia generalizada a exceder los límites preestablecidos por la normativa, se ve en todas las zonas, esto es, carretera, áreas suburbanas y ciudades. Actualmente en nuestro país está muriendo gente en accidentes de tránsito, en lugares que antes no moría –calles de barrio, por ejemplo-. Si bien antes también se producían choques en estos sitios, ahora suceden a una mayor velocidad, lo que agrava las consecuencias.

El punto neurálgico de la situación, es que cuanto mayor sea la velocidad, menor será el campo de visión del conductor, y menor el tiempo que necesite el conductor para reaccionar ante una situación de peligro. Peor aún. Cuando el conductor se enfrenta a una emergencia, los factores que determinan la distancia de frenaje (velocidad, neumáticos, estado de los frenos, condiciones del piso, etc.), son poco o nada gobernables por el conductor, aunque éste sea poseedor de una gran habilidad y destreza. Esto pone en relieve LAS LIMITACIONES QUE TIENE TODO CONDUCTOR, INDEPENDIENTEMENTE DE LA HABILIDAD QUE POSEA. 
ES MUY FACIL OPRIMIR EL PEDAL DEL ACELERADOR, PERO A LA HORA DE DETENER EL VEHÍCULO, LA HISTORIA ES MUY DIFERENTE !!!

Que ocurre cuando ud. es sorprendido por la presencia de un obstáculo? Qué sucede cuando lo "agarra" la luz amarilla? y al llegar a una esquina y aparece otro auto?

Ud. responderá: "freno, esquivo, maniobro". No es tan simple. La cosa empieza cuando Ud. percibe la situación. A sólo 40 km/h su vehículo puede recorrer 8 metros desde el momento que fue sorprendido hasta pisar el freno; y a 60 km/h esta distancia puede ser de 12 metros. SÍ, ESTÁ LEYENDO BIEN. RECIEN DESPUES DE ESOS METROS RECORRIDOS UD. COMIENZA A FRENAR!!!!!

UD. PUEDE SER UN CONDUCTOR CON GRAN DESTREZA, PERO EXISTEN LIMITACIONES DE CONTENIDO FÍSICO, EXTERNAS A UD., DONDE SU HABILIDAD PRACTICAMENTE NO JUEGA!!!!

Los incidentes en el tránsito se producen con mucha rapidez, dejando al conductor muy poco espacio para frenar y/o esquivar. Sumado a ello, cuanto más alta es la velocidad, menor es la capacidad visual del conductor.

Tomando en cuenta las horas de trabajo, el conductor de taxi tiene una alta exposición al riesgo. Asimismo, debemos agregar la atención dividida entre el tránsito, la búsqueda de potenciales pasajeros y la radio, que actúan como elementos agravantes. Si bien es verdad que "hay que buscar la plata", ésta no se encuentra dejando de lado las más elementales normas de seguridad. No confundamos agilidad con andar "alto el piso". Ud. debe imponer DINAMISMO, NO RAPIDEZ. Esto se logra ADECUANDO LA VELOCIDAD a las distintas variables del tránsito, en función de su capacidad como conductor, a las posibilidades del vehículo y a las condiciones externas –piso, clima, otros conductores, etc.-.

Recuerde que nada ni nadie decide que hacer con su pie derecho. Maneje con criterio y responsabilidad, dándole el valor que merece la vida de todos, incluyéndolo a Ud.y a su pasajero. Dinámico pero no veloz. Sea inteligente, anticípese a lo peor detectando los riesgos potenciales. Priorizando al freno sobre el acelerador.

NI COMO UN AVION, NI COMO UNA TORTUGA.

Maneje como un PROFESIONAL.

Darío Bonilla

Encargado de Capacitación del Centro de Prevención de Accidentes

Copyright © 2000 Taxilibre.com

Máximo Gómez 1424

Tel 099681015

info@taxilibre.com

Montevideo - Uruguay